¿Qué es fobia a los agujeros?

La fobia a los agujeros se conoce como tripofobia y se caracteriza por el miedo o repulsión intensa hacia patrones visuales de pequeños agujeros o agrupaciones de agujeros. Estos patrones pueden encontrarse en objetos cotidianos como enjambres de insectos, colmenas de abejas, paneles de colmenas de abejas, tejido vegetal esponjoso, figuras geométricas con agujeros pequeños, entre otros.

Las personas con tripofobia pueden experimentar ansiedad, incomodidad, náuseas, escalofríos, repulsión, ataques de pánico o incluso mareos al ver o pensar en estos patrones de agujeros. Los síntomas varían en intensidad y cada persona puede tener diferentes desencadenantes. Algunos también evitan activamente las imágenes o situaciones relacionadas con los agujeros para evitar la respuesta fóbica.

Aunque la tripofobia no está reconocida como un trastorno en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), la comunidad científica ha reconocido el fenómeno y se está investigando para determinar sus causas y mecanismos subyacentes.

Las posibles explicaciones para la tripofobia incluyen una respuesta de evolución innata hacia patrones que podrían estar asociados con peligro, como la presencia de enjambres de insectos o enfermedades de la piel, o una respuesta aversiva aprendida a través de experiencias negativas asociadas con los patrones de agujeros.

Si la fobia causa angustia significativa o afecta la calidad de vida de una persona, se recomienda buscar ayuda profesional. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de exposición gradual pueden ser opciones efectivas para superar la fobia a los agujeros.